Dr. Stuka nos deleita esta semana con un artículo sobre la batalla de Muret. Disfrutadlo.
A finales del siglo XII, Occitania (Provenza y el Langedoc) era lo más parecido a una sociedad avanzada que la Europa Medieval ofrecía. Nobles que podían ser catalogados de benévolos., cierta tolerancia de ideas religiosas, una cultura cortesana floreciente llena de juglares que cantaban tanto las hazañas guerreras como las amorosas. Una débil luz en una época oscura.La Francia de los Capetos se encontraban en una situación muy diferente.. Pese a ser nominalmente reyes de amplios territorios (herederos del imperio carolingio) su poder estaba claramente reducido por poderosos vínculos feudales. La fachada atlántica (Normandía, Bretaña, Aquitania) eran de facto territorios ingleses, Los nobles flamencos y los burgomaestres de las grandes ciudades belgas actuaban de modo independiente. Borgoña, era un constante dolor de cabeza. Y Provenza buscaba cada vez más a los reyes del otro lado de los Pirineos como garantía de su libertad.
Pronto esto iba a cambiar. Los Capetos llevarían a cabo una política agresiva que culminaría en la guerra de los Cien Años. Pero la primera parada eran Flandes y Occitania, la tierra de la Lingua Oc (Languedoc). La excusa, un peculiar secta cristiana: los cátaros. Y la clave: una alianza con el Papado que acabaría con la santa sede en Avignon. No entra en el objetivo de este artículo examinar a los cátaros. Baste decir que finalmente el Papa decidió cambiar su política respecto a os cátaros, del dialogo a la aniquilación, tras la muerte del legado papal enviado para negociar con ellos. Inocencio III se apresura a proclamar una cruzada, acusando de toda clase de abominaciones (que se repetirían de modo muy parecido años más tarde para destruir a los templarios). El rey de Francia, deseoso de hacerse con el próspero sur pero fuertemente implicado en Flandes (y bajo la amenaza del Sacro Imperio), deja en manos de Simón de Montfort esta campaña.
Simón es fruto de su época. Noble francés con feudo principal en Inglaterra. Se unió a la infame IV Cruzada, que abandonó tras la toma de Zama por los cruzados. La información es contradictoria, parece ser que intentó seguir la consigna de no atacar a otros cristianos e intercedió por la ciudad adriática. No demostró tan buenos sentimientos con Carcasonne o Tolousse. Juan sin Tierra de Inglaterra le había despojado de sus derechos feudales en Leicestershire. Era pues un noble endurecido, un aventurero sin tierra y sin futuro, pero con ambición y habilidad guerrera.
Los nobles de Occitania se ven amenazados. Un ejercito francés en sus territorios es el primer paso para una perdida de su libertad. Si se unen a él, será dar a los franceses legitimidad para campar a sus anchas por sus dominios. Oponerse significará, tarde o temprano, la guerra. Durante años se han preparado para esto con alianzas al otro lado de los Pirineos, de modo que una red de vínculos feudales (y una afinidad cultural) les une con la Corona de Aragón. Raimundo de Tolosa, los Trecavel de Carcasonne, el conde de Foix… miran a Pedro II como a su paladín.Pedro II, rey de Aragón y conde de Barcelona como Pere I, era todo lo opuesto a Montfort. Acostumbrado a moverse en el terreno de la diplomacia, merced al complicadísimo sistema de alianzas trazado por su padre, Alfonso II el Casto, era simpático, inteligente, de gran talla, aficionado a las justas, los juegos de habilidad y protector de juglares y poetas. Casi un hombre del Renacimiento adelantado a su tiempo. Es llamado el Católico y ha sido coronado por el mismo Papa. Irónicamente, morirá luchando contra unos cruzados.La primera vez que Pedro se ve involucrado en la Cruzada fué durante el sitio de Carcasona. Pedro II es requerido como mediador entre los cruzados y los sitiados al mando de Ramón Roger Trencavel. Poco antes, de Montfort y el nuevo legado papal (Arnault Aumeric) han tomado Beziers y han pasado a cuchillo a su población. Se cuenta que sus hombres preguntaron al obispo como disitinguirian a los cátaros de los católicos.Aumeric contestó: “Matadlos a todos. Dios reconocerá a los suyos”.
El caso es que Pedro acudió a Carcasona y convenció al Trencavel para que negociase con los cruzados. Lo que siguió fue humillante para el rey. Ramon Roguer fue capturado a pesar de la tregua, la ciudad tomada durante la confusión consiguiente. Y a esto siguió la muerte del propio conde en las mazmorras del que fue que fue su palacio. Podemos imaginar la frustración que debió sentir Pedro II. Quizás fue entonces cuando decidió que si volvía a Occitania sería con un ejercito respaldándole.
Pero mientras se une a otra gran empresa. Acudiendo a otra cruzada promulgada por Inocencio III (sí, ¡otra más!) Pedro se une a Alfonso VIII de Castilla y a Sancho VII, el Fuerte de Navarra y Alfonso II de Portugal. Tambien acuden los que serán enemigos irreconciliables: Raimundo de Tolosa y Aimeric como legado papal. En las Navas de Tolosa, Pedro II no participa en la estrategia (nunca fue un estratega destacado) pero gana gloria como caballero entrando en combate en la gran batalla que acabó con la amenaza almohade.
Cuando regresa en 1213 a Aragón encuentra los viejos problemas. Simon de Montfort prosigue su cruzada ( y acumulando títulos nobiliarios de los condes despojados y excomulgados). Tolousse, los dominios de su cuñado Raimundo han sido invadidos. El conde pide ayuda a Pedro. Esta vez el rey reúne un ejército y cruza las montañas para dar batalla. Una sola duda atenaza su corazón.. su hijo Jaime es rehen de los franceses, que habían exigido este trato como garantía de la mediación que ya hemos visto.El septiembre del 1213 el ejercitote Pedro II, con algunos de los mejores caballeros aragoneses y catalanes, se reúne con las tropas occitanas de los condes de Tolousse, Foix y Comminges. El día 12 han alcanzado una pequeña villa fuertemente fortificada a orillas del Garona: Muret.Su intención es aprovechar un error estratégico del barón cruzado. Simón se ha adelantado con su ejercito mucho más allá de sus bases (para apuntarse éxitos lejos de su “compañero” y rival en busca de prebendas, Arnauld Aimeric). Y en Muret la mayor parte de sus tropas, reclutadas por un periodo de 40 días de servicio, han cumplido este periodo y le abandonan. Simón se queda solo con sus caballeros cruzados y con la pequeña guarnición de Muret.: son 750 cruzados (otras cifras hablan de algo más de 800) y unos 700 u 800 hombres de infantería.Los aliados no han podido evitar que Simón entre en Muret, pero lo tienen en un callejón sin salida. Raimundo de Tolosa propone sitiarlos y rendirlos por hambre, practica muy común a lo largo de la cruzada albiguense. Tienen tropas de sobra, tanto de caballería como de infantería. Solo en caballeros, las fuerzas combinadas suman 3000 caballeros. En cuanto a la infantería, las fuentes discrepan en cuanto al número y la calidad de la tropa. Las cifras van desde 20.000 hasta 40.000, esta ultima cifra ciertamente exagerada.
El rey rechaza vehementemente la idea del asedio. No es caballeroso. Muret será asaltado y tomado por la fuerza de las armas. Manda a la mayor parte de la milicia tolosana a bloquear las puertas de la ciudad y preparar las máquinas de guerra, en incluyen enormes trabucos. El campamento aliados se sitúa en unos altos a orillas del Saudrene. La euforia reina entre los aragoneses, los despechados occitanos se sienten ofendidos por haber sido marginados de los planes.El 12, según los planes de Pedro II, se continuaría con las labores de cerco. Pero de Montfort ha trazado otros planes. Muy audaces. Saliendo por la puerta de Sallet saca a todos sus caballeros de la villa sitiada y los divide, fuera de la vista de la infantería occitana en tres cuerpos, de unos 250 caballeros cada uno. Los dos primeros despliegan encarando el campamento aragonés. Un tercer grupo, a las órdenes del propio Simón, se aleja del cuerpo principal y despliega subrepticiamente en la zona pantanosa de Pesquiés.
Es mediodía.El como se desarrolla la batalla en si es asunto polémico y está infiltrado de la propaganda posterior. Se dice que los aragoneses y catalanes fueron sorprendidos en plena resaca o borrachos. Qué en el campamento de los aliados abundaban las amantes de los caballeros, que el mismo rey Pedro entraba en batalla solo para impresionar a una dama. Estas mismas fuentes pintan a Simon de Montfort casi como un santo, rezando el rosario en la torre de su fortaleza y haciendo rezar a sus hombres. Hay mucha propaganda pro-francesa en estas crónicas. Muchos trovadores se aprestan a agradar a sus nuevos amos tras la cruzada. Lo cierto es que si observamos la crónica de la batalla en si, vemos que los aliados no son sorprendidos “durmiendo la mona”. Los aragoneses organizan tres líneas de batalla que forman perfectamente el día 12. Una primera la forma el conde de Foix y sus hombres. La segunda línea la comanda el propio Pedro, rodeado de la flor de la caballería catalana y aragonesa. En una tercera línea se encuentra el resto de la caballería occitana, al mando del aun enfadado Raimundo de Tolosa. Quizás se han visto sorprendidos por la audacia del cruzado, pero todos saben que puesto ocupan en la línea y la mayoría están en el cuando es menester. El choque con el cuerpo francés principal, al mando Bouchard de Marly (1ª linea) y de William de Encontré (2ª linea) es brutal. Las fuerzas del conde de Foix, es desorganizada rapidamente. Los infantes, aterrorizados huyen atravesando la segunda linea aliada y la desorganizan mientras los franceses chocan con ella. Aun podrían haberse sobrepuesto los aragoneses a este revés merced a sus superioridad en número. Pero ese es el momento elegido por Simón de Montfort para salir de las marismas y cargar. Con desmayo ven los aragoneses y catalanes como, del pantano que consideraban impasable, unos 300 caballeros franceses les cargan por el flanco. La confusión es mayúscula, muchos caballeros luchan desmontados, ya no existe línea de batalla. En este escenario se produce la muerte de Pedro II.Este también es terreno para la leyenda. Se cuenta que Pedro II no llevaba ni saya ni blasón que proclamase su personalidad, ya que gustaba de mezclarse con sus hombres y luchar como uno más, al mas puro estilo del romancero medieval. Dos nobles franceses abaten a un noble aragonés de elevada altura y que viste con las cuatro barras rojas sobre fondo de oro, y proclaman que han matado al rey. Pedro, se despoja del yelmo y grita: “Yo soy el rey”, tras lo cual es muerto por varios caballeros cruzados. Otras versiones son menos amables: el rey lanza su grito para evitar ser asesinado una vez derribado de su montura. Sea como fuere, Pedro acaba así sus días.La tercera línea de batalla occitana se descompone sin apenas poder intervenir en la batalla. Huyen en desbandada los supervivientes. Los que se refugian en el campamento y son capturados son pasados a cuchillo. Los franceses son pocos y no quieren correr el riesgo de verse sobrepasados por sus teóricos prisioneros. La matanza es algo que, teniendo en cuenta el episodio de Beziers, no debería sorprendernos.Todo acaba en pocas horas. La infantería tolosana, sin mandos y sin intervenir en la batalla. Se ve ahora entre el Garona, la muralla de Muret y las lanzas de los cruzados. Muchos escapan como pueden. Otros son muertos en la persecución. El fin de la Occitania independiente se ha sellado.Muret es la historia de dos errores estratégicos y una brillante acción táctica. Monfort cometió el grave error de verse encerrado en Muret y de haber perdido su infantería al no tener en cuenta las peculiaridades de la Quarantine, el servicio por 40 días de la leva feudal.Pedro II comete a su vez otro error garrafal: con su abrumadora superioridad numérica y luchando en terreno amigo, no bloquea de modo efectivo a Simón de Montfort en Muret y le da una oportunidad de dar batalla campal. Quizás había creído en demasía en ese mundo caballeresco que le cantan los juglares que protege. En ese aspecto, el duro Montfort y Raimundo de Tolosa le aventajan claramente. El movimiento de flanqueo es ciertamente brillante. La sorpresa debió ser enorme en unas tropas ya desordenadas por la huida de una infantería mal desplegada. El que eligiese un terreno teóricamente impracticable y apareciese con toda su fuerza en el flanco del enemigo, recuerdan a algunas de las más celebradas maniobras militares de la Historia.Respecto a la historia de la batalla, es difícil despojarla de toda la propaganda posterior, destinada a denigrar a los aliados como protectores de la herejía. Lo cierto es que buena parte de las crónicas (escritas muy posteriormente) pinta n a Pedro y sus hombres como viciosos lascivos, mientras que los cruzados, y de Montfort en particular, como píos servidores de la fe. Sus tropelías y matanzas son obviados, como lo es su ambición sin límites (llega acumular los títulos de duque de Narbona, de vizconde de Carcasona y Beziers y el conde de Tolosa, amen de otras muchas prebendas menores y de las que ya poseía anteriormente en el norte francés). Aun hoy es alabado por algunas páginas dedicadas al rosario (del que era muy devoto y al que algunos atribuyen el éxito en Muret) con tintes de santidad. Tintes que no fueron suficientes para evitar que, durante el sitio de Tolousse, una roca lanzada por una catapulta bien apuntado, le aplastara.
Epílogo
Muret marcó el final de la influencia política catalana-aragonesa en Occitania. No así culturalmente. Tras Muret la cruzada albiguesa prosiguió con terrible crueldad hasta que los últimos cátaros fueron aniquilados en Montsegur en 1244.Francia prosiguió su política agresiva con sus vecinos y todo acabó en la guerra de los cien años. Su alianza con el papado se hizo cada vez más fuerte y culminó con el cisma de Occidente.Los hijos de Pedro II y Simón de Montfort fueron también protagonistas de la Historia.Jaime o Jaume I, el Conquistador, fue entregado a los templarios para su educación., Tras ascender al trono alcanzó una gloria que le sitúa entre los más grandes monarcas hispanos. Simón hijo heredó el temple de su padre y fue un destacado político en Inglaterra y acabó muriendo en Evesham encabezando la rebelión de los barones contra el rey. La corona de Aragón dejó de mirar al norte y se concentró en el Mediterraneo: recuperó el ritmo de la Reconquista con la toma del reino de Valencia y de las Baleares. Él y su herederos empezaron a hacer suyo el Mare Nostrum. Córcega, Creta, Atenas, Sicilia, Nápoles… las hazañas del Gran Capitán quizás no hubieran existido sin Muret.
Muret en DBA
Muret es una batalla compleja de simular en DBA, debido a la fragmentación de los ejércitos, la simulación de los mismos y el terreno en que se desarrolla.Ejercitos.Doy tres alternativas:
a)Representar ambos ejércitos con un Francés Medieval. (IV/64 a). Obviamente los caballeros del ejercito aliado serán representados con heraldicas aragonesa, catalana y occitana.
b)Sustituir el ejército aragonés-occitano por algún otro con fuerte componente de infantería basada en la muralla de lanzas. Sugiero: el cruzado temprano (IV/7), el cruzado tardío (IV/17)o si se prefiere representar una infantería de corte más ligero, el cilicio (IV/2) cuya infantería se basa en auxilia y lanceros en cualquier proporción. Esta opción la veo especialmente válida, aunque pobre en el elemento de caballería.
c)Crear unas listas específicas para el escenario. La cruzada sería la medieval francesa pero sustituyendo uno de los elementos de arqueros (3Bw) por una base de caballeros, para representar la superioridad de los caballeros cruzados. La opción 7Hd sería obligatoria y representaría un reclutamiento de emergencia en Muret por parte de Simón de Montfort. La occitana sería como sigue: 1x3Kn (Gen), 4x3Kn, 5x 4Sp o 3Ax ,1x 2Ps, 1xArtLos auxilia representarían las tropas montañesas catalanas y occitanas, mientras que los lanceros serían milicias feudales de las ciudades del Languedoc. La artillería representa a las máquinas de guerra levantadas por los sitiadores, trebuchets, catapultas, etc.La batalla.
1.- Campamento aliado. Cuenta como Step Hills
2.- Zona de despliegue del rey Pedro II. Todo el ejercito excepto 3 peanas de infantería.
3.- Zona de despliegue de las tropas emboscadas. Aquí se situará la plaqueta del general (Simón de Montfort) y otra base de caballeros.
4.- Zona de despliegue de las dos líneas de batalla cruzadas, con el resto de los caballeros y una peana de infantería.
5.- Puerta de Sallet. Aquí podrá desplegarse el resto de los elementos franceses de infantería del modo que se indican más abajo.
6.- Zona de despliegue de la infantería tolosana. Tres peanas de tropas de a pie. Si se usa la lista hipotética aquí se desplegará la artillería. Si ambos jugadores lo acuerdan, la proporción de infantería occitana puede aumentarse en esta zona.
7.- Dos BUAS unidos representando la ciudad de Muret.
8.- Rio Garona. Impasable.
9.- Rio Louge Se aplican las normas habituales para el cruce de ríos.
Sugiero las siguientes instrucciones:
Las marismas de Pesquiés: son impasables para el bando aliado, pero no para el cruzado, para el que son terreno difícil (bad going). El ejercito aliado no podrá tener ninguna plaqueta encarada a las lagunas hasta que los caballeros de Montfort salga de ellas.La guarnición de Muret: el jugador cruzado desplegará una peana de infantería en cada uno de los BUA que representan Muret. Además podrá desplegar una peana de infantería en la zona de despliegue cruzada (4). El resto de las tropas permanecen fuera de tablero.Al inicio de cada turno el jugador pueda hacer salir uno de los elementos de infantería por la puerta de Sallet (5), sustituyéndolo por uno de la reserva. Y así hasta desplegar todas sus tropas de infantería, en ningún caso las BUA quedarán desguarnecidas excepto por bajas en combate con el enemigo.Si una peana de la guarnición resulta destruida por el asalto occitano, será sustituida por otra de la reserva. Si no quedan peanas en la reserva, la BUA será ocupada por las tropas occitanas. Las tropas cruzadas solo pueden abandonar Muret por la puerta de Ballet (5).
Condiciones de victoriaVictoria cruzada: Es baja la peana del rey Pedro II o destruye al menos 5 peanas aliadas y toma su campamento.Victoria aliada: Toma las dos BUA que representan Muret, o destruye la mitad de las peanas de caballeros de los cruzados.Espero que las reglas sean de vuestro agrado. Se puede objetar que no son ortodoxas y entenderé cualquier crítica o modificación que queráis hacer.
Próximamente: Escenario de la batalla de Muret para DBA.
1 comentarios:
Actualizo con el escenario de Muret.
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