Hijos de las llanuras II. Los sármatas.

jueves, 27 de septiembre de 2007

Saludos. Curiosamente, recientes películas y libros han resucitado la leyenda de los caballeros del rey Arturo, dotándola de cierta componente histórica. En cuanto se analiza el origen en el imperio romano de Arturo y los caballeros de la Mesa Redonda, rápidamente nos encontramos con el rastro de unos jinetes legendarios, los caballeros sármatas, al servicio del imperio romano, pero ¿quiénes eran esos sármatas? ¿De dónde venían? ¿Cómo luchaban? Sobre estas cuestiones hablaremos en este artículo.

En realidad, algunos sármatas ya son conocidos por nosotros. Si recordáis el artículo de los escitas, mencionamos que algunas tribus de las estepas se aliaron con ellos cuando los persas invadieron su territorio. Una de esas tribus eran los saurómatas. Pues los saurómatas son una de las grandes tribus que componían el pueblo sármata. Porque no podemos decir que los sármatas fueran un único pueblo. En realidad, el pueblo sármata era un conglomerado de distintas tribus que hablaban una lengua aria, emparentada con el persa, y que desde el siglo VII a.d.C. habitaban el mar de hierba que eran las llanuras de la estepa euroasiática. Si los escitas ocupaban el extremo europeo de la llanura, los sármatas habitaron muchos siglos al este del actual río Don. Entre las principales encontramos los saurómatas, los yazygos, los siracos, los orsos, los roxolanos y algunos también incluyen a los alanos (adapto los nombres desde el latín al castellano, espero no equivocarme mucho), aunque otros autores los distinguen como otro pueblo diferente.

Las costumbres de los sármatas no diferían mucho de las de otros pueblos esteparios. Vivían de sus rebaños, del que se abastecían de pieles, leche, hueso y cuerno.
Al igual que los escitas, la estructura social era enormemente igualitaria. Las mujeres y los hombres hacían las mismas tareas: cabalgaban, disparaban con arco, utilizaban el lazo como los jinetes sagartios (ver artículo de los persas)… De hecho, se piensa que las mujeres sármatas son el origen de la leyenda de las amazonas. Herodoto explica el origen del pueblo saurómata como si fueran los descendientes de mujeres amazonas que se unieron a escitas jóvenes, formando un grupo separado. Herodoto se basaba en las diferencias y similitudes de las lenguas de ambos pueblos, explicando que las amazonas nunca aprendieron correctamente el escita, y por eso los sármatas hablan distinto a ellos.

Cuando iban a la guerra, los sármatas utilizaban el mismo modo que todos los esteparios . El arquero a caballo y los jinentes laceros, caballerías ligeras, formaban buena parte de las tropas. Sin embargo, los sármatas habían ido un paso más allá que los escitas en el uso de la caballería pesada, continuando la evolución de éstos truncada por su desaparición. La imagen clásica del sármata es el lancero pesado a caballo. En realidad, el caballero pesado con armadura y lanza había aparecido en Asia para el siglo V a.d.C. Sin embargo, los sármatas y otras tribus como los partos empezaron a usar una lanza larguísima, llamada “Contos”, que se blandía con ambas manos. Se dice que dicha lanza fue desarrollada por los ejércitos de las satrapías orientales del imperio persa, que tuvieron que luchar contra Alejandro Magno y sus piqueros, aunque en realidad, el “contos” no daba para tanto. Más bien parece una adaptación de la larga lanza de caballería que usaban los jinetes de Alejandro. Dicha lanza, llamada “xyston”, fue modificada añadiendo más longitud y grosor para aguantar mejor. Si bien los sármatas usaron mucho tiempo una lanza normal, a partir de siglo I d.C., el “contos” manejado con las dos manos fue el arma principal de la caballería pesada sármata. Los nobles, además, se equiparon frecuentemente con pesadas armaduras de escamas, lo que les daba cierta apariencia de “lagarto”, o cotas de malla en periodos posteriores, tras copiar el diseño de los gálatas.
No obstante, el grueso de la caballería pesada sármata llevaba una armadura de cuero con escamas óseas hechas con cuerno y pezuñas de sus animales. Este tipo de caballero era más ligero que el típico catafracto parto (ya hablaremos de los partos en un próximo artículo), aunque sus cargas también solían ser temerarias siempre y devastadoras en ocasiones. Un autor clásico escribió, hablando de un noble de su época: “A pesar de ser sármata, era muy cabal”. Y es que los sármatas hacían un uso muy extendido de temerarias cargas frontales de caballeros con “contos”. Por otro lado, la ligera armadura de escamas córneas parece tener su explicación también en los primeros contactos con los hunos, cuyos arcos, más grandes que los de los sármatas, sí podían penetrar armaduras metálicas, lo que las hacía un peso inútil a lomos de sus caballos.

Los sármatas solían lucir largas barbas o bigotes, y eran aficionados a realizarse complicados tatuajes por todo el cuerpo. Hay pocas representaciones de ellos, pero en las mismas, suelen aparecer con la cabeza totalmente rapada. Producían toda su ropa, probablemente igual que los escitas, a partir de cáñamo, con pieles de sus rebaños y de la caza para abrigarse, aunque se han encontrado tumbas con numerosos objetos importados, sobre todo de los griegos, que llegaban a las llanuras a través de las polis del Mar Negro, importantes nodos comerciales con los pueblos errantes de las estepas. Solían llevar pantalones tanto amplios, al estilo parto, como más ajustados, y botas de cuero sujetas con correas atadas sobre los tobillos y bajo la suela.

Sármatas y escitas coexistieron pacíficamente, pero a partir del siglo III a.d.C. se produjo un desequilibro de poder que favoreció a los primeros. Los escitas habían comenzado su decadencia y los sármatas ocuparon su lugar. Fue un proceso lento y silenciado por el aislamiento geográfico que era la inmensa estepa. Sin embargo, cuando estuvieron listos, irrumpieron en la Historia a lomos de sus caballos.
En el siglo V y IV a.d.C., los sirocos se convirtieron en la vanguardia sármata en su movimiento hacia el oeste. Eran el grupo menos numeroso, pero avanzaron hasta el reino del Bósforo, un reino helenístico, en el que lucharon frente a los escitas en el conflicto sucesorio (ver Hijos de las llanuras I). Se asentaron allí y abandonaron su vida nómada: fueron el grupo que más se helenizó, y con el tiempo los nobles sármatas se hicieron con el poder del reino, y reformaron su ejército, incluyendo escuadrones de magníficos jinetes lanceros al estilo sármata.
Fueron seguidos por los orsos, un grupo muy numeroso y que es mencionado incluso por las crónicas del reino chino de Han. Los orsos irrumpieron en el oeste en el siglo I a.d.C., y contactaron con los romanos. De alguna manera, se aliaron con ellos y los ayudaron durante las guerras del Bósforo. Para el siglo I d.C. ya habían sido dominados por los alanos.
Sin embargo, los que avanzaron más hacia el oeste fueron los yazygos y los roxolanos. Roxolano proviene del término persa “raokshna”, que significa “blanco” o “claro”. Este adjetivo en Persia se asignaba a los pueblos occidentales. Por lo tanto, los roxolanos eran los sármatas más occidentales.

En el año 107 a.d.C., un ejército de 50.000 jinetes sármatas fue destrozado por Mitrídates del Ponto con apenas 6000 soldados. Los supervivientes se quedaron en dichas tierras y se enrolaron en el ejército de Mitrídates, y así contactaron con los romanos en las guerras del Ponto.

El resto de los roxolanos y los yazygos se asentaron alrededor del Danubio, y desde allí establecieron una belicosa relación fronteriza con el imperio romano que duraría tres siglos. Con frecuencia invadían el territorio de la provincia y arrasaban con todo. En otras ocasiones eran detenidos por los romanos. Los roxolanos se aliaron a los dacios durante segundo siglo de nuestra era contra Roma, que acababa de ocupar y asimilar el territorio, mientras los yazygos se aliaron con el imperio. Durante décadas, se produjo un tenso equilibrio de poder, y el continuo conflicto terminó por transformar a ambos contendientes: muchos sármatas, tanto yazygos como roxolanos, terminaron al servicio de los romanos como caballería, y los ejércitos del imperio tuvieron que evolucionar para hacer frente a los temibles ejércitos montados de los sármatas. De modo que fue a través de los contactos con estas tribus, y también con los peligrosos partos de la antigua Persia, como las legiones tuvieron que replantearse sus tácticas, aumentando la presencia de la caballería y de tropas especializadas para el combate contra montados.

Es especialmente relevante para nuestra cultura occidental el siguiente hecho: la leyenda del rey Arturo comenzó a gestarse en un gélido día del invierno del 173 d.C., sobre el hielo de la superficie helada del Danubio. En una épica batalla, el ejército romano Marco Aurelio “Sarmático” derrotó al rey Zántico de los yazygos y a sus poderosos jinetes. Los sármatas salieron tan mal parados que no se recuperaron, y a los dos años, los yázigos capitularon. Su rey entregó 8.000 valiosos jinetes sármatas a los romanos como rehenes de guerra, y éstos fueron utilizados como tropas en las filas romanas, atados por juramento. La mayoría fueron destinados a la provincia de Britania, donde nunca se habían visto jinetes lanceros del tipo sármata. Los sármatas causaron una profunda impresión en la cultura local, debido a sus exóticas armaduras, sus lanzas, sus terribles cargas, sus vistosos estandartes en forma de dragón y, sobre todo, su misterioso culto a la espada clavada en la tierra. Los sármatas, de manera similar a la escita, improvisaban altares sobre los que hacían juramentos con su sangre, en los que una espada se mantenía clavada en el suelo y alrededor de la cual vertían sangre de las víctimas de sus sacrificios.

A partir del siglo III d.C., aunque sármatas y romanos siguieron en guerra, la irrupción de los godos, que desde Germania atravesaron la actual Polonia y llegaron hasta la provincia de la Dacia, provocó que los romanos aceptaran que numerosos grupos de sármatas se asentaran en las fronteras del imperio. Los nobles recibieron la ciudadanía romana, y prestaron servicio defendiendo el imperio contra los godos.
Éstos, a su vez, también se fueron adaptando a los contactos con los sármatas. Un siglo después de los primeros contactos, los godos peleaban a caballo al modo sármata, y es un hecho que, una vez cayó el imperio romano y los germanos se expandieron por occidente, la figura del caballero que comenzó a surgir del sistema feudal directamente del dominio germánico post-romanos fue una adaptación de la panoplia sármata.

Las listas que representan a los sármatas son dos:
II/24 Sármatas roxolanos tempranos. Esta lista muestra el periodo inicial de adaptación de la caballería sármata hacia el lancero acorazado. El general es Kn, representando a los nobles, y otras tres peanas pueden ser Kn o Cv, representando otros nobles locales más o menos evolucionados. El resto del ejército está formado por caballería armada con lanza y arco y una peana de caballería ligera, representando a jinetes laceros. También hay una opción para meter psilois, que son escitas de los que se hicieron sedentarios, sometidos por los sármatas.
II/26 Siracos, Yazigos y sármatas roxolanos tardíos. Esta lista muestra el clásico ejército sármata enemigo de los romanos. 9 peanas (incluido el general) son obligatoriamente Kn, es decir, lanceros acorazados armados con “contos”. Luego hay opción para meter 2 psilois o dos Kn más, y un LH u otro Kn. Es decir, puedes hacer un ejercito con las 12 peanas de Kn. Es un ejército temible, aunque el hecho de que los caballeros sean impetuosos y siempre avancen tras eliminar al oponente puede hacer que tus líneas se desorganicen mucho. Bien empleado y en campo abierto, los sármatas son muy duros. En cambio, si hay mucho terreno difícil, tendrán que echar mano de los psilois para estar algo más protegidos de las tropas que avancen bien por el terreno difícil.
Muchas marcas tienen sármatas, ya que son un ejército muy atractivo: Essex, Donnintong y Chariot tienen miniaturas para sármatas, que yo sepa. Puede que haya más.
Nota de Endakil: Las miniaturas de la fotografía pertenecen a la fantástica colección de David Kuijit y son modelos de la marca Donnington. Las miniaturas a pie son de la marca Essex. Podéis ver la galería completa en la sección Eye Candy de Fanaticus.

1 comentarios:

moises dijo...

Saludos!!Esta muy bueno este articulo de los sarmatas ya que no sabia mucho de ello. ¿Puede ser que hayan influenciado tambien a la infanteria romana oriental, ya que a fines del imperio la infanteria utilizaba una lanza larga de carga y no el pilum?;qeu por cienrto me gustyaba vas ya que es arrojadiso