Aníbal Barca

martes, 14 de agosto de 2007

La historia de Aníbal comienza con la derrota de Cartago en la Primera Guerra Púnica, en la que Roma consigue expulsar a Cartago de Sicilia. El padre de Aníbal, Amílcar, general cartaginés, realmente no se siente derrotado por Roma, ya que en realidad, acabó invicto. El senado cartaginés le autoriza a invadir Hispania en busca de nuevas bases comerciales, ahora que habían perdido Sicilia. La campaña de Amílcar en Hispania merece un estudio separado, y es el origen de numerosas historias heroicas de los pueblos íberos. pero como resultado, Roma se ve obligada a firmar un pacto de no agresión. El río Ebro queda establecido como frontera. Al sur, se establece la zona de influencia cartaginesa, y al norte, la romana.

Amílcar murió tomando una ciudad íbera, traicionado por un aliado íbero. Cuando se vio acorralado al borde de un barranco, dicen que soltó una enorme risotada, y espoleando su caballo, se lanzó al vacío, prefiriendo es suicido a ser capturado. Aníbal llegó a Hispania con su padre siendo un adolescente, y, a su muerte, se hizo cargo del ejército. Odiaba a Roma más que nada en el mundo, y se juró no detenerse hasta acabar con ellos. Roma por su parte, se alió con Sagunto, al sur del Ebro, y advirtió a Aníbal que atacar Sagunto sería como atacar a Roma. El senado romano sólo deseaba tener una excusa para iniciar una guerra contra Cartago contando con el apoyo del pueblo. Aníbal tomó Sagunto, dando comienzo a la segunda guerra púnica. Aníbal reclutó un gran ejército de veteranos mercenarios: celtíberos, íberos, cartagineses y númidas, todos experimentados guerreros, le seguían con verdadera devoción, en número de 100.000. Además, Aníbal reunió setenta elefantes. Como Cartago no tenía capacidad para trasladar el ejército por mar, Aníbal tomó la decisión de llegar a Italia por el norte, cruzando los Pirineos y los Alpes.


Muchas fueron las dificultades del viaje. Aníbal decidió evitar a los ejércitos romanos que le esperaban en la Galia, y cruzó el Ródano en una espectacular operación de desembarco, mediante un ingente número de balsas. El traslado de los elefantes a la otra orilla fue especialmente complicado. Finalmente, Aníbal llegó a Italia. Roma despachó sus ejércitos contra él, pero no podían imaginar lo que se les venía encima. La primera batalla de Aníbal en Itala fue la de Trebia. Aníbal era un general terriblemente astuto, y supo llevar la batalla al terreno que le interesaba. Emboscó un buen número de tropas en una zona que quedó en la retaguardia romana durante la emboscada. De este modo, con el ejército romano trabado en combate, la súbita aparición de cartagineses a sus espaldas decantó la batalla a favor de Aníbal. Ese día, un joven noble romano llamado Escipión, cargó en solitario contra un grupo de cartagineses para salvar la vida de su padre, un general romano. Además, consiguió reorganizar las tropas en retirada y huyeron del campo de batalla evitando más bajas. Roma disponía de más tropas para organizar otro ejército, de modo que en poco tiempo se despachó otro ejército consular muy numeroso. Aníbal les esperó cerca del lago Trasimene, que daría nombre a esta terrible batalla. Aníbal fingió acampar en la orilla norte del río, en un estrecho paso entre el bosque y el lago. De noche, dejó cientos de fogatas encendidas, y algunas tropas en la orilla, pero él y el grueso del ejército se escondió en el bosque. La mañana amaneció con niebla, y los romanos decidieron rodear el lago rápidamente, antes del alba, y atacar el campamento de Aníbal. De este modo, dispuestos en una larga columna, irrumpieron contra las pocas tropas de Aníbal que defendían el campamento. En ese momento, el terrible grito de decenas de miles de cartagineses sonó entre los bosques, y cargaron contra la columna romana. Éstos, sorprendidos, se vieron de repente atacados por el flanco y con el lago a sus espaldas. El pánico cundió rápidamente, y muchos soldados se lanzaron a las gélidas aguas del Trasimene, donde se ahogaron rápidamente. En un abrir y cerrar de ojos, el ejército romano fue ampliamente derrotado, y el orgullo de Roma, pisoteado. Mientras, en la capital, el senado otorgó poderes a un dictador, para que redirigiera la guerra. Éste cambió la política de Roma, y decidió no atacar a Aníbal a campo abierto.

Aníbal no tuvo oposición para recorrer Italia destruyendo y saqueando, y consiguiendo más aliados entre las tribus que habían sido vencidas por Roma. Cuando se acercó a Roma, los ciudadanos gritaron "¡Anibal ante portas...!" (Aníbal a la puertas de Roma). Sin embargo, el periodo de seis meses de la dictadura de acabó, y Roma decidió organizar el mayor ejército hasta el momento. Hasta 80.000 soldados, un tamaño inmenso para la época, fueron reunidos para acabar con Aníbal de una vez por todas. Éste, sin nuevos suministros de Cartago, contaba ya sólo con 30.000 efectivos, entre los que se encontraban numerosos mercenarios íberos y la magnífica caballería númida. El lugar elegido por Aníbal para la batalla fue Cannas. Los romanos formaron en un amplio rectángulo de infantería, con escasas unidades de caballería en ambos flancos, y avanzaron contra Aníbal. El ejército de Aníbal, cansado y triplicado en número, parecía condenado, pero entonces, Aníbal dio lo mejor de sí. En un despliegue que todavía hoy se estudia en las academias militares, Aníbal formó una delgada línea de infantería ligera oponiéndose al frente romano, y le dió forma de media luna, apuntada hacia los romanos. En ambos flancos cartagineses, situó a la caballería númida, y detrás, a los lanceros veteranos cartagineses, sus mejores tropas. Entonces, la batalla dio comienzo. Aníbal, expuesto en la delgada línea central cartaginesa, dio orden de recibir la carga de la infantería romana. El choque fue brutal, y los cartagineses, guiados por Aníbal, comenzaron a retroceder ordenadamente, dentro de un terrible y brillante plan de batalla. Lentamente, la media luna cartaginesa se curvó hacia atrás hasta que formaron de nuevo en media luna, pero esta vez, hacia atrás, lo que estiró la formación romana, que penetró descontroladamente en las líneas cartaginesas. Entonces, la caballería númida atacó a la romana y la puso en fuga. El flanco de los romanos estaba descubierto, y Aníbal dio la orden para que los lanceros cartagineses avanzaran por ambos flancos y atacaran a los romanos. De repente, los romanos estaban trabados por el frente y sus flancos, y comenzaron a retroceder. Pero en ese momento, la caballería númida detuvo su persecución, y se giró para cargar la retaguardia romana. El inmenso ejército romano quedó totalmente rodeado. Estas operaciones fueron bastante rápidas, pero la batalla no acabó hasta la noche. Aníbal, decidido a terminar con Roma, necesitaba una victoria total, y para ello, buscó el exterminio de las tropas. Por ello, el resto del día se dedicó a matar uno a uno a las cercadas tropas romanas. Desorganizados, sin mandos, los romanos lloraban desesperados y enterraban su cabeza en la arena mientras los cartagineses los pasaban a cuchillo. Aquel día murieon 50.000 soldados romanos, más que, por ejemplo, marines americanos en toda la guerra de Vietnam. Más muertos que el Día D en Normandía. Pero Roma no se rindió, y volvió a no presentar batalla a Aníbal en Italia. Éste, sin suministros ni refuerzos, se vio obligado a abandonar la península llamado por el senado Cartaginés, en defensa de su ciudad, algunos años más tarde. En efecto, mientras Roma cerraba sus puertas, Escipión, el joven valeroso de la batalla de Trebia, fue puesto al mando de un ejército que invadió Hispania, atacando la base del poder cartaginés. Tras conseguirlo, su ejército marchó hacia Cartago. Aníbal volvió allí para defender la ciudad, y volvieron a encontrarse ambos en la batalla de Zama (si recordáis "Gladiator", es la batalla que representan con carros en el circo). Esta vez, Escipión, que había reformado el ejército según las tácticas aprendidas del propio Aníbal, le venció, y el poder de Cartago fue de nuevo sometido. No obstante, Aníbal terminó su vida bastantes años más tarde.

Las listas para representar la Segunda Guerra Púnica son: II/32, Later Carthaginian y la II/33, Polybian Roman. Corvus Belli tiene magníficas miniaturas para estos ejércitos, aunque la de romanos es más Temprano imperial. Los de Mario pasan mejor por los polybian Roman. Xyston sí tiene una gama exclusiva de romanos de Polibio.
Paso a comentar las listas. En DBA, la composición de los ejércitos se ha documentado magníficamente. Veréis:
- Later Carthaginian: Se trata de una lista con gran número de elementos distintos, representando la variada composición del ejército mercenario de Cartago. Así, vemos Cv y Lh (caballería y caballería ligera), representando caballería cartaginesa y númida;algunos Sp(lanceros), que representan a los lanceros veteranos cartagineses; Wb (warbands, sin traducción oficial), que representan a los celtas íberos y galos que se unieron a Aníbal contra Roma, El (elefantes) y Ps (psiloi), que representan a auxiliares íberos.
- Polibyan Roman. El ejército romano que describe el historiador Polibio en las guerras púnicas contiene un enorme número de tropas de infantería pesada (Sp y Bd, legionarios armados con pilum y gladius, respectivamente). Hay una escasísisma presencia de caballeria (Cv), que creo recordar que se llamaban "Equites Alares", y muy pocos Ps (psiloi o tropas ligeras), exploradores romanos. Es un ejército muy potente en combate cerrado, pero poco maniobrable.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola

Ante todo, felicidades por el blog.

Un comentario puntilloso respecto a las figuas a usar para los romanos de las Guerras Púnicas. Efectivamente Corvus Belli tiene figuras para el alto imperio romano, pero precisamente tras terminar las guerras púnicas hubo una profunda resestructuración del ejército romano, por lo que el ejército romano de finales de la época republicana y éste que tenemos entre manos tenían poco que ver.

En las guerras púnicas, el ejército romano usaba aún la formación manipular. En primera línea se situaban los ciudadanos más jóvenes y los más pobres, los Hastati, con sus "pila" les seguían los Principes, con mejor armadura y armamento y en tercera línea se situaban los veteranos Triarii, armados de lanza y que sólo entraban en acción en casos extremos.

La caballería era de poca importancia (aunque en Zama la acción de la caballería aliada númida fue decisiva frente a la pertinaz resistencia de los veteranos lanceros libios de Anibal).

Tras las reformas de Mario, el soldado pasó a ser profesional, por lo que desaparecieron los Hastati, Principes y Triari (incluso los hostigadores, en muchos casos) y fueron sustituidos por el legionario, que fue santo y seña de los posteriores ejércitos romanos.

Así pues, si se quiere hacer una lista estricta de romanos, Xyston es el camino. Corvus Belli te dará 6x4 Bd y 2x4Sp, todos legionarios, con Xyston tendrás la posibilidad de caracterizarlos como Hastati, Principes y Triari, siendo la proporción correcta 3X4Bd de Hastati, otros tantos de principes, y 2x4Sp de triarii, ya que una legión constaba de 1200 Hastati, 1200 Principes y 600 triari.

Otra cosa a tener en cuenta, ya dentro de Xyston, es la apariencia de los hostigadores: los velites, con sus vistosas pieles de lobo otorgadas a los más destacados de entre ellos, sólo aparecieron a partir de 210 BC (Zama fue en 202), por lo que serían adecuados para representar parte de la Segunda Guerra Púnica, pero no otras (primera, por ejemplo). Xyston tiene otras figuras llamadas Roarii, que pueden valer para los elementos 2x2Ps.

El tercer tema es complicado: Xyston no tiene los elementos de caballería para los Polybian Roman, por lo que ahí se está un poco al descubierto si queremos ser "integristas" de la historia. Una solución es utilizar la de Corvus Belli, pero generalmente los elementos de caballería alto-imperiales de Corvus tienen más armadura de la que llevaban en las épocas de Anibal los romanos.

Hasta otra y seguir trabajando así ;)